Ella está en el horizonte.
Yo me acerco dos pasos y ella se aleja dos pasos.
Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá.
Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré.
¿Para qué sirve la utopía? Para eso sirve, para caminar.
“Ventana sobre la utopía”, Eduardo Galeano
A partir de estas palabras de Eduardo Galeano podemos inspirarnos para acompañar a nuestros jóvenes en sus trayectorias educativas. El camino es largo… Y recién está comenzando, es por ello que en esta etapa tan significativa de nuestros jóvenes, deseamos que identifiquen valores éticos en la vida cotidiana, analicen los nuevos desafíos del mundo en estas sociedades postmodernas, construyan experiencias de aprendizaje en las cuales se refleje el poder transformador de las nuevas generaciones.
Aquí el camino comienza con inseguridades, crisis emocionales, cambios corporales, afectivos, y es allí donde se les brinda la posibilidad de irse construyendo como personas que promuevan la solidaridad, la amistad, el compañerismo y la empatía como pilares fundamentales para transformar la realidad y el mundo que nos toca vivir.